PATRIMONIO
INDUSTRIAL DE PUERTO DE SAGUNTO Itinerario
didáctico multidisciplinar |
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El paisaje a lo largo del tiempo Cuaderno de campo |
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Casino de productores de AHV En 1921 la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo (CSM) acabó el
conjunto arquitectónico de la Gerencia, un espacio trapezoidal y cercado
situado entre el poblado y la factoría, e integrado por la ciudad-jardín con chalés para los ingenieros,
el edificio de Oficinas y, a pocos metros de
éste, la Casa Gerencia, que fue la residencia del propietario de la CSM, Sir Ramón de la Sota, durante sus estancias en el Puerto de Sagunto.
Junto con las Oficinas Generales forma parte del frente norte de la Gerencia,
el que mira a la población. Se trata de un edificio
cuadrangular de dos plantas y semisótano, con un cierto aire ferroviario en
su exterior, levantado en torno a un patio interior porticado, que fue
empleado como zona de baile, y hoy está cubierto. Su decoración y sistema
constructivo son similares a los del edificio de Oficinas; en suma, emplea
unas recursos estéticos sencillos y utilizados también en otros edificios de
la fábrica, como la combinación de materiales y texturas: zócalo de piedra de
bloques de tipo sillar y cara exterior rústica; muros de mampostería
enfoscados y revocados donde también se combinan la piedra (de sillares son
la sencilla cornisa, la moldura que separa las dos alturas del edificio y los
arcos escarzanos de las ventanas) y el ladrillo rojo macizo (éste en los
machones de las cuatro esquinas, rematados con bolas de piedra).
Estructuralmente, y al igual que las vecinas oficinas generales, es una construcción
de pilares y forjados de hormigón armado (macizada con la combinación de
materiales arriba reseñada). Sobre el patio
interior, cabe añadir que en la planta baja los pórticos variaban según
la orientación: el lado este estaba porticado con arcos de medio punto,
mientras que los este y sur eran adintelados sobre pilar; por su parte, el
lado norte, el del acceso principal, también en arco semicircular, no estaba
porticado. En cambio, en la planta alta, los cuatro lados estaban porticados
en arco. El revoco del muro simula en
la fachadas principales (norte y este) una parcelación en sillares, que
desaparece en los lados oeste y sur. Además, en el discreto y poco visible
lado sur, a partir de los desperfectos producidos, se comprueba que tanto la
moldura de separación entre pisos como los arcos rebajados son realmente de
ladrillo cubierto por un mortero de cemento que simula la piedra (ver foto), al igual que ocurre en los dos chalets (B1 y
E) que presentan incrustaciones de sillería también fingida. Es decir, sólo
las fachadas más visibles desde la población (las norte y este), que por
tanto son las que asumen la representatividad de la empresa, tenían el mejor
y más caro acabado. Cuando en 1940 la sociedad
Altos Hornos de Vizcaya (AHV) absorbe a la CSM, la Casa Gerencia se convierte
en alojamiento provisional de los ingenieros vascos solteros que llegaron al
Puerto, función que seguirá cumpliendo su segunda planta hasta el cierre de
la siderurgia en 1984. En diciembre de 1941, bajo el auspicio del
director-gerente Jerónimo Roure, se habilitó
parte de la planta baja como biblioteca y se convirtió en el Casino de los
Empleados de AHV, es decir, en el lugar de ocio privilegiado para los cuadros
directivos que vivían en la ciudad-jardín. Podemos diferenciar dos
etapas en la evolución de esta institución: a) Casino de
Empleados y Junta Pro-cultura de AHV (1941-1968). Puede considerarse una obra personal de
Jerónimo Roure, apasionado de la música clásica y de la lectura, hasta su
jubilación en 1963. Aunque el Casino se convirtió en referente cultural de
todo el pueblo, esta fase se caracteriza por un marcado elitismo: los obreros
no pudieron disfrutar de sus actividades culturales y los empleados de la
CMSM no pudieron formar parte de su junta directiva hasta 1949. Un carné de
socio franqueaba la entrada. La librería “Universal” servía regularmente los
tomos de la enciclopedia Espasa y su colección literaria Austral y el
propietario del “Café Musical” se hizo cargo del servicio de bar. A propuesta
del gerente de AHV Eduardo Merello, se nombran socios de honor a
personalidades locales del régimen franquista de entonces: el teniente de
alcalde, el jefe local de Falange, el jefe de la Policía Armada, los
comandantes de la Guardia Civil y de los Carabineros, el Ayudante de la
Comandancia de Marina de Valencia y el administrador de aduanas. Las personas
que ejercían estos cargos, automáticamente disfrutaban de los beneficios de
ser socios del casino (más de 600 en 1952): entrada libre para ellos y los
familiares de primer grado y para dos invitados, a cambio del pago de una
cuota, de la cual estaban exentos los socios honorarios y que daba derecho a
asistir a conferencias, verbenas, bailes y espectáculos. El elitismo llegó al
punto de permitir hacerse socios a empleados de otras empresas de la
localidad, a los médicos y a los farmacéuticos (que no eran empleados de
AHV), negando este derecho a los maestros nacionales, precisamente porque no
eran empleados de la empresa. La discriminación desapareció en 1958. Como
hecho curioso añadiremos que el baile era la atracción más solicitada por los
socios. En aquella época era necesario contratar orquestas y cantantes; para
ahorrar, músicos aficionados locales fueron contratados, lo que fomentó la
aparición de conjuntos musicales porteños, hasta que desde 1957 fuera el
tocadiscos el encargado de amenizar las veladas. Los bailes tenían lugar a
los jardines entre el Economato i el Casino.
Entre los éxitos alcanzados por el Casino en esta primera etapa destacan el
patrocinio de todas las fiestas locales (fallas, fiestas patronales de
agosto...), de la banda municipal porteña (reanudación desde 1945), de la
radio parroquial de San Pedro y la Coral
Polifónica (1954) y los conciertos de música clásica con intérpretes de gran
nivel. Entre los servicios que se prestaron se cuentan: bar-cafetería, biblioteca
(subscrita también a muchas revistas), cine-club (en el cine Victoria),
ciclos de conferencias (en el salón de actas del Colegio
de Begoña), sala de ajedrez y billar (con torneos muy interesantes)... b) Casino Recreativo y Cultural de Productores (desde 1968).
Con la llegada del desarrollismo económico de España y el aperturismo que
supuso la llegada de los tecnócratas del Opus Dei al gobierno, el Casino de
AHV cambia de denominación y de estatutos para ser autogestionado y permitir
hacerse socios a todos los trabajadores de AHV, sin discriminación. A partir
de ahora toda la población podía asistir a los bailes y las demés actividades
culturales patrocinadas por el Casino. Se convocaron premios literarios, fotográficos
y musicales que, incluso, tuvieron resonancia fuera de la comarca y contaban
con participación infantil y juvenil mediante la Escuela de Aprendices y el
Colegio Begonya. Se amplió la biblioteca y se creó un Club Filatélico. En
1969 se solicitó un crédito para hacer obras de mejora: cubrición del patio
interior, ampliación de la pista de baile, construcción de la terraza y
escala semicircular de acceso desde la calle (hasta ese momento solos se
podía acceder por la puerta de hierro de la Gerencia, bajo vigilancia). El
éxito de público y socios (2.613 en 1974) en un momento donde la televisión
todavía era un objeto de lujo, permitió al Casino obtener unos ingresos
regularizados suficientes como para contratar conjuntos musicales y cantantes
pop de éxito internacional (Camilo Sesto) durante los años 1970-75 y esto
planteó la necesidad de construir un nuevo edificio, más amplio, con pistas
deportivas para la escuela de tenis y piscina (que no se construyó), en el
paseo marítimo, cerca del mar. Después de muchos problemas con las
correspondientes concesiones administrativas y el constructor, el nuevo local
se inauguró en julio de 1976. Hasta 1985, el Casino organizó conferencias de
todo tipo (incluso, una sobre OVNIS), exposiciones pictóricas y fotográficas
de gran nivel y vio cristalizar el cine-club Nautilus, varios clubes de
teatro, la escuela de tenis, el club GISED de submarinismo. Después, la
reconversión industrial y todo aquello que supuso de cambio para el pueblo,
convirtió al Casino en un club de jubilados con inquietudes culturales;
parece que su atonía ha empezado a remediarse con las entidades que, como lo
Círculo de Estudios Porteños y El Ateneo, están muy ligadas al movimiento
segregacionista. |
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CONTRAST Joan Costa
Sanz Antonio Ortiz
López José María
Prats Escriche Ciriaco
Galán López (dibujos) Colaboradoras en la edición
digital: Minerva Paz
Company Ana Isabel
Suárez Hevia Contactos: |
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El Casino Recreativo y Cultural de AHV. Escalera de entrada. Dibujo
de Ciriaco Galán (1995) Socios del Casino en la terraza del bar. Foto de
agosto de 1958 (del libro “Memoria Viva del Casino Recreativo y Cultural”,
2002) Jardines del Casino donde se hacían los bailes y espectáculos. Foto de
R.
Velo (agosto de 1956) El Casino desde el escenario de los Jardines. Foto de
R.
Velo (agosto de 1958) Patio interior del Casino (lados norte y este) Foto de
R.
Velo (agosto de 1958) Casino: sala de deportes de salón (ajedrez y billar). Foto de
R. Velo
(agosto de 1958) |
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El
Casino celebrando el centenario de Puerto de Sagunto (noviembre de 2002) Ilustración del libro Memoria Viva del
Casino Recreativo y Cultural, 2002. El
discreto y semiescondido lado sur del Casino Foto: Contrast,
2022. |
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La franja o moldura y los
arcos de las ventanas son de ladrillo macizo, pero el mortero de cemento
visto a distancia simula perfectamente la piedra. |
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